Eres más listo que el hambre

Es un refrán que hemos oído todos muchas veces y que hoy, está cada vez más presente en España.

La crisis ha hecho que muchas familias estén en paro y sin dinero. Esta situación llega hasta tal punto, que a veces, no tienen ni para comer. Buscan las vueltas para llevarse un cacho de pan a la boca, y robar es una de sus salidas.

Este problema que hoy comparten algunos de los más de 4 millones de parados españoles se extiende a otros sectores. En nuestros comercios no sólo roba el indigente o el inmigrante , sino que puede ser cualquiera, amas de casa, jubilados o jóvenes que pasan auténticas necesidades.

Cometen pequeñas sustraciones que les da para quitar el hambre del día. Y algunos utilizan loq ue roban para revenderlos en merdillos de calle. Rebajan el precio y a la gente le interesa, así ellos consiguen sacarse algo de dinero.

Esta tarde hemos conocido a Juan. Su historia es como la de muchos inmigrantes. Juan tiene 32 años, y es ingeniero. Hace dos años vino a España a buscar trabajo y ha intentado llevar una vida mejor que la de su país. Esta vez sus conocimientos no le sirvieron para librarse de tener que malvivir en la calle.

Juan vino unos meses antes de que comenzara la crisis, y desde entonces, sólo ha tenido trabajos precarios que le han dado algo de dinero, pero cuando no trabajaba, no tenía para comer. Esta situación le llevó a robar comida en varios establecimientos.

¿Juan alguna vez te has visto en la necesidad de robar para poder comer?

Si, entras en un supermercado y te las ingenias para poder llevarte algo. Te lo puedes guardar en el bolsillo, o esconderlo en la chaqueta o incluso utilizas otras artimañas para poder llevarte algún producto sin que te vean. Tanto tiempo pasando hambre, te da para conocer varias técnicas.

¿Podrías mostrarme como lo haces o que utilizas para robar?

(Se va a un contenedor de basura y rebusca) Aquí está. Este cartón, lo abro y lo cubro de papel de plata. Luego lo introduzco dentro del pantalón. Así, ¿Lo ves? (Mientras me enseña como se lo pone) Y entonces me queda este hueco para meter productos de este tamaño. Con el papel de plata evito que salte la alarma y si cierro la chaqueta, nos e nota ¿Verdad?

Lo cierto es que no. ¿Y cuantos años llevas utilizando estas técnicas?

Pues unos dos años. Llegue a Madrid y mientras tenía trabajo todo iba bien, luego me despidieron y no tenia para pagar el piso, vivía en calles o albergues y de ahí, pase a robra comida. Me da mucha vergüenza hacerlo, aunque no se lo crean, pero paso hambre…Lo hago por necesidad porque no tengo trabajo.

Según hemos visto, en la calle embajadores o en Vallecas, existen mercadillos donde venden productos de segunda mano o robados. ¿Tú también has vendido algo de lo que has robado?

Si en alguna ocasión si. La gente intenta ganar unas monedas como sea. Roban productos del supermercado y luego lo venden más baratos, como la gente que va al mercadillo lo conoce, se lo compran a ellos, y todos ganan.

Como vemos, los más necesitados son los que sufren más los días de crisis. Las ayudas son pocas, y cada vez son más los que se encuentran en situaciones dramáticas. Está claro que sin trabajo no hay dinero, y sin dinero no hay comida.